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María Jesús martes, 30 de agosto de 2011


Tipo de personalidad siete: EL ENTUSIASTA.

MIEDO BÁSICO: Verme despojado de todo y arrapado en el sufrimiento.
DESEO BÁSICO: Estar feliz, contento, encontrar satisfacción.
MENSAJE DEL SUPERYÓ: “Vales o estás bien si obtienes lo que necesitas”. 

EL TIPO ACTIVO, AMIGO DE PASARLO BIEN, ESPONTÁNEO, VERSÁTIL, CODICIOSO Y DISPERSO. 

“Aún no tengo claro qué deseo ser cuando sea mayor”.

Los siete se entusiasman por casi todo lo que les atrae la atención. Asisten a la vida con curiosidad, optimismo y espíritu de aventura. Son osados y alegres, y van en pos de lo que desean en la vida con animada resolución. Poseen una cualidad cuya mejor definición es el descaro.

Pertenecen a la triada del sentimiento, tienden a ser extraordinariamente prácticos y en cualquier momento están dedicados a una multitud de proyectos. Suelen pensar por adelantado, prefieren y prefieren las actividades que le estimulen la mente. No son necesariamente intelectuales ni estudiosos, aunque suelen ser inteligentes, ocurrentes y capaces de sintetizar información. Los estimula el torrente de ideas y el placer de ser espontáneos.

Suelen estar dotados de agilidad mental y de una excepcional capacidad para aprender rápido, ya se trate de información como de habilidades manuales; excelente coordinación entre la mente y el cuerpo, y gran destreza manual. La quintaesencia de las personas renacentistas.

Su curiosidad y su capacidad de aprender rápido pueden traerles problemas. Debido a su relativa facilidad para aprender muchas habilidades y técnicas diferentes, les resulta más difícil decidir qué trabajo o actividad hacer. No siempre valoran sus capacidades. Cuando están más equilibrados, su versatilidad, curiosidad y capacidad de aprendizaje pueden llevarlos a extraordinarias consecuciones. La causa de este problema es común a la triada del pensamiento: están desconectados de la orientación y del apoyo interior de su naturaleza esencial. Esto genera una profunda ansiedad. Tienen dos maneras de arreglárselas con esta ansiedad. En primer tratan de tener siempre la mente ocupada; sobre todo con proyectos e ideas positivas, hasta cierto punto incluyen de su conciencia la ansiedad y los sentimientos negativos. Se sienten impulsados a no parar, buscando más estímulos, les gusta se prácticos y hacer las cosas. En segundo lugar, se las arreglan con la pérdida de su orientación esencial empleando el método de ensayo y error: lo prueban todo para saber qué es lo mejor. 

Muy al fondo creen que no encontrarán lo que de verdad desean en la vida; tienden a probarlo todo, y podrían recurrir a cualquier cosa para reemplazar lo que de verdad buscan. 

Dada la prisa de ir en pos de lo que creen que les ofrece libertad y satisfacción, tienden a elegir mal y son menos capaces de satisfacerse. La consecuencia es que acaban nerviosos, frustrados y enfadados, y con menos recursos disponibles con en los aspectos físico, emocional o económico. Podrían terminar arruinando su salud, sus relaciones y sus finanzas en su búsqueda en su búsqueda de la felicidad.

En el lado positivo, son personas muy optimistas, exuberantes y animadas. Dotadas de mucha vitalidad y el deseo de participar plenamente en sus vidas día a día. Son alegres y joviales por naturaleza, no se toman demasiado en serio las cosas; Cuando tienen equilibrio interior su entusiasmo y su alegría de vivir influyen en todos los que los rodean. 


LA PAUTA INFANTIL 

“Si la vida te da limones, haz limonada” 

Los niños Siete “deciden” inconscientemente cuidar ellos de sí mismos. En un plano emocional inconsciente, decidieron que tendrían que atender ellos mismos a sus necesidades.

Influye la “fase de separación” del proceso de desarrollo, cuando están aprendiendo a independizarse de sus madres. Una forma de arreglársela en ese proceso de separación es concentrarse en lo que los psicólogos llaman objetos de transición. Da la impresión de que los Siete continúan buscando objetos de transición. Son capaces de reprimir los sentimientos subyacentes de frustración, miedo y dolor. La ansiedad y los conflictos emocionales se acumulan en la percepción consciente. Intentan controlar el pánico buscando otra distracción. 


LOS SUBTIPOS ALAS 

La personalidad no tiene por qué estar completamente fijada por uno de los números del eneagrama, sino que éste puede tener características de unos números con otros. Por ejemplo los Siete tienen características del número seis y del número ocho.

- Siete con ala seis: EL ANIMADOR

- Siete con ala ocho: EL REALISTA


LAS VARIANTES INSTINTIVAS. 

EL INSTINTO DE CONSERVACIÓN EN EL SIETE 

Los Siete autoconservadores son personas resueltas y enérgicas, decididas a obtener la satisfacción de sus necesidades básicas y sus comodidades. Sus actitudes e intereses orientados a lo práctico y a lo material. Tienden a ser ambiciosas y a trabajar arduamente para tener siempre abiertas sus opciones. Son los clásicos consumidores. Gozan haciendo compras, viajando y mimándose. Reunir información sobre posibles fuentes de placer. Especialmente atentos a las rebajas y los descuentos. Les gusta relacionarse, prefieren no crear dependencias en los demás y evitan que alguien dependa de ellas. 

Los Siete autoconservadores menos sanos podrían impacientarse o aterrarse cuando no se satisfacen sus necesidades rápidamente. Suelen experimentar angustia por la pérdida de comodidades o de seguridad material. Cuando se sienten frustrados tienden a ser terriblemente exigentes y maniáticos y esperan que los demás satisfagan sus necesidades tan pronto las expresan. 

La franja insana, pueden ser muy desconsiderados e implacables en la satisfacción de sus necesidades de seguridad. Se lanzan en pos de lo que creen que les va a dar más seguridad o clamar su ansiedad, y no toleran intromisiones. Imprudentes con sus recursos y con el dinero, derrochando en compras o en juego, despilfarradores con su salud, entregándose a excesos en la comida, la bebida y los placeres. 


EL INSTINTO SOCIAL EN EL SIETE 

Los Siete sociales suelen tener un grupo de amigos y “consejeros” que comparten su entusiasmo e intereses.

Les gusta y entusiasma participar en actividades y causas sociales; pero cuando ya están comprometidos en proyectos con otras personas se sienten frustrados y empantanados por la lentitud de los otros; en esas ocasiones, comienzan a sentir pesada la carga de la responsabilidad social y el conflicto entre el deseo de cumplir sus compromisos y el de retirarse y dedicarse a sus cosas. La búsqueda de un ambiente más estimulante. Les fastidia la autoridad y eso es otra causa de limitación en el aspecto social. 

Los siete menos sanos tienden a disipar energía y recursos en compromisos a medias. Se preocupan de tener llena la agenda, pero intercalan otros planes de reserva “a lápiz”, por si acaso. Tienden a tener muchos intereses sociales o de relación, pero son demasiado distraídos para entusiasmarse al máximo. Son amigables y simpáticos, incluso encantadores, pero se sienten atrapados con mucha facilidad, y podrían cancelar una entrevista o cita casi sin antelación o sin avisar si les produce o si se presenta otro compromiso social más prometedor.

La franja insana los Siete sociales tiende a disipar energía y talento en una interminable serie de reuniones y actos sociales, y en “ocasiones para hacer planes” que nunca se llevan a cabo. Dejan una estela de cabos sueltos y corazones rotos, ya que nunca permanecen posados en algo mucho tiempo. Son inconstantes y desestabilizadores porque la huida de la ansiedad los hace irresponsables y los lleva a “escenarios sociales” que pueden ser peligrosos y destructivos. 


EL INSTINTO SEXUAL EN EL SIETE 

El neófilo. En la franja media buscan constantemente algo nuevo y extraordinario; tienden a rechazar lo vulgar. Desena experimentar la intensa emoción de estar vivos. Imaginación desbordada, idealizándose e idealizando sus relaciones y la realidad. Muchos intereses y una enorme curiosidad por una amplia variedad de temas, y les fascinan las ideas de vanguardia. Les atraen las personas que encuentran interesantes o estimulantes. Por un tiempo se sienten deslumbrados e hipnotizados por el objeto de su curiosidad. Disfrutan de la excitación que les produce fantasear con aventuras futuras y compartir intereses con la nueva persona. Las ideas estrafalarias, el ingenio y el humor.

Los Siete menos sanos pueden tornarse volubles en sus intereses y en sus afectos. Miedo de comprometerse; prefieren los sentimientos intensos de la primera fase del enamoramiento.

Franja insana, se vuelven aún inquietos en su búsqueda de experiencias excitantes. Podrían excitantes. Podrían enredarse en proyectos locos o en aventuras amorosas peligrosas o nada realistas. Buscadores de emociones. 


LAS DIFICULTADES PARA CRECER DE LOS SIETE 

LA LLAMADA A DESPERTAR PARA EL TIPO SIETE: “LA HIERBA SIEMPRE ES MÁS VERDE EN OTRO PRADO” 

“No quiero perderme nada” 

La tentación característica es evitar sentirse satisfechos con lo que están haciendo o experimentando en el momento. Comienzan a esperar con ansias el futuro, como si otro acontecimiento o actividad fuera la solución a sus problemas. 


EDUCAR LA MENTE DISPERSA 

Elige cualquier actividad normal y concéntrate en ella. Mientras centras la atención en la tarea que hayas elegido, fíjate también cuándo se desvía tu atención a otras cosas; amablemente vuelve a dirigirla hacia lo que estás haciendo; cuando notes que está vagando otra vez, vuelve a centrarte en la tarea y así sucesivamente, repitiendo el intento de mantenerte centrado en ella. 



EL PAPEL SOCIAL: EL ESTIMULADOR 

El Siete de la franja media se define como el “estimulador”, la persona que debe inyectar energía y entusiasmo en una situación para que todos se carguen de ella y también se entusiasmen. Como ocurre con todos los papeles sociales, una vez que la persona empieza a identificarse con él, le resulta cada vez más difícil dejar de actuar así.

Hacer el papel de estimulador, como también el de conspirador o inductor de travesuras, les permite a los Siete ser el centro de atención; los demás buscan su compañía, porque su vitalidad les levanta el ánimo. 

El problema surge cuando los Siete de la franja media comienzan a funcionar solamente como regeneradores de energía, abiertos y efusivos, que deben estimular y deslumbrar en todo momento. Esto puede resultar agotador para los demás también. Si los demás no pueden llevar su ritmo. Los Siete lo interpretan como una forma de abandono o rechazo que los enfurece y los frustra. 


GULA E INSATISFACCIÓN PERPETUA 

El vicio característico de los Siete es la Gula, que literalmente, es el deseo de atiborrarse de comida; a veces se puede aplicar al tipo Siete la interpretación literal de la gula, es más exacto entender esta pasión en sentido metafórico, como el intento de llenar el vacío interior con cosas y experiencias.

En lugar de experimentar directamente el vacío y la necesidad, intentan escapar de la ansiedad distrayéndose con placeres de la carne y con estímulos mentales. Tienen dificultad para captar la información sensorial, a no ser que esta les cause una profunda impresión. Su identidad se basa en estar excitado mentalmente. Tienden a ponerse pocos frenos y les molestan los límites o las limitaciones de todo tipo. La gula es contraproducente a la larga. 


LA BÚSQUEDA DE ESTÍMULOS Y NUEVAS EXPERIENCIAS 

Por lo general, los Siete de la franja media son personas cultas, refinadas y coleccionistas. Los sanos saben que centrar su atención y ser productivos produce mayor gratificación. La franja media son menos productivos porque la suplantada por un deseo cada vez mayor de adquirir y consumir. 


ABURRIMIENTO Y TENER ABIERTAS TODAS LAS OPCIONES 

Los Siete suelen hablar de aburrimiento y de lo mucho que lo detestan, lo que llaman aburrimiento es la ansiedad que sienten cuando no encuentran suficiente estímulo en el ambiente para mantener a raya el sufrimiento u otros sentimientos negativos.

No quieren sentirse estancados en ninguna situación que los “ate” u obligue a enfrentar los sentimientos dolorosos antes de estar preparados para hacerlo.

Los Siete tienen que aprenderlo todo mediante un proceso de ensayo y error y no suelen aceptar consejos porque quieren experimentarlo todo. La vida se les habrá acabado antes de pasar por todas las experiencias necesarias para ser capaces de guiarse sólo por ellas. Para bien o para mal, los siete suelen tener que aprender las cosas del modo difícil. 


FALTA DE DISCERNIMIENTO Y EXCESO EN LAS ACTIVIDADES 

Los Siete de la franja media se lanzan a una actividad constante; excediéndose en muchos aspectos de sus vidas. Tienden a ser pródigos con el dinero, tratan de vivir la vida al límite. Si no pueden salir, podrían pasar todo el día frente al televisor, fumando un cigarrillo tras otro o hablando por teléfono, visitando amigos o en el bar.

El exceso también vale para las ideas; tienden a encapricharse con algo y lo hacen o lo usan hasta agotarlo. Pero también ocurre lo contrario: cuando están menos sanos son menos capaces de centrar la atención y de seguir las cosas hasta el final; van dejando una estela de proyectos inconclusos. El hecho de que nunca llevan a cabo muchas de sus buenas ideas se convierte en otra causa de frustración.

Su agilidad mental y elocuencia podrían deteriorarse hasta convertirse en una labia superficial. Se consideran al instante expertos en todo tipo de cosas y eso suele envanecerlos y los obliga a improvisar. 


EVITAR LA ANSIEDAD Y LOS SENTIMIENTOS DOLOROSOS 

Los Siete de la franja media “bloquean” su conciencia del dolor, la privación y la tristeza manteniendo siempre ocupadas sus mentes en posibilidades interesantes. La conciencia de su sufrimiento finalmente penetra en sus defensas. Se hacen expertos en emplear sus ágiles mentes para sentimientos más profundos incluso ante tragedias importantes. 


FRUSTRACIÓN, IMPACIENCIA Y EGOCENTRISMO 

Los Siete tienden a ser muy exigentes: cuanto mayor es su ansiedad más impaciente se muestran con los demás y consigo mismos; nada ocurre con la suficiente rapidez, nada satisface sus necesidades. Son demasiado despabilados para no advertir que están desaprovechando sus talentos y recursos. Muchas ideas valiosas quedan sin realizar porque la impaciencia les impide dejar que sus proyectos se desarrollen totalmente. Intolerantes ante la impaciencia con exasperación y con actitud cortante y desdeñosa. 

Son capaces de expresar su frustración y su infelicidad por lo que no les gusta. Los demás ven la impaciencia de los Siete como un egocentrismo desenfrenado. En ciertas situaciones, no les importa parecer tontos con tal de reactivar su energía y de evitar su ansiedad de fondo. 


DESVELAR LA FRUSTRACIÓN 

INSENSIBILIDAD E IMPULSIVIDAD 

“Eso no es problema mío” 

Mantener el ímpetu en su vida es un valor principal, tal vez se lancen a ataques relámpagos que hieran y desconcierten a los demás. Movimiento significa rechazar el sentimiento de culpa y no lamentar sus actos. No desean herir a nadie, les hacen difícil reconocer el dolor que causan, o de que lo causan. Evitar la ansiedad los hace cada vez más impulsivos. 


ESCAPISMO, EXAGERACIÓN Y AFLICCIÓN 

La franja media se consideran espontáneos y amigos de la diversión, esto encubre una actitud escapista ante la vida. En la medida en que están movidos por miedos y ansiedades, no son tan libres ni tan espontáneos como creen. Su filosofía es “disfruta ahora, paga después”. Incluso las experiencias dolorosas y negativas pueden ser excitantes y servir para encubrir sufrimientos aún más profundos.

No es tanto la experiencia sino la anticipación de la experiencia lo que más excita a los Siete. Un exceso de placer puede convertirse en una causa de desagrado.

La búsqueda de gratificación puede adquirir la característica de adic-ción. Incluso las experiencias peligrosas comienzan a tener poco efecto. 



LA BANDERA ROJA: EL SIETE EN DIFICULTADES 

REACCIÓN AL ESTRÉS: EL SIETE VA AL UNO 

Cuando están muy estresados, se dan cuenta de que necesitan centrar sus energías si quieren realizar cosas. Comienzan a sentir la necesidad de moderarse; trabajan más e intentan fijar límites a su comportamiento. Se obligan a no salirse del camino, se sienten frustrados por esas estructuras y limitaciones. Podrían volverse más inquietos y dispersos, o más controlados y rígidos. Intentan aconsejar a otros. Su entusiasmo por sus propias opiniones podría convertirse muy rápido en la tendencia a discutir o criticar las opiniones de los demás. Podrían tornarse fríos e impacientes con cualquier grado de incompetencia en sí mismos o en los demás.

Si logra reconocer la verdad de temores, podría comenzar a cambiar su vida y a avanzar hacia la salud y la liberación. Si persiste en esa actitud podría pasar a la franja de niveles insanos. 


APROVECHAMIENTO Y DESARROLLO DE LAS FUERZAS DEL SIETE 

Incluso los Siete de franja media son creativos, pero cuantío están más equilibrados y conectados son personas brillantes, multifacéticas, capaces de sintetizar y combinar sus muchos y diversos campos de experiencia. Sus variadas capacidades e intereses, la alegría en el trabajo y la extroversión suelen llevarlos al éxito del mundo.

Una forma de trabajar constructivamente con su versatilidad y con el deseo de experiencias diferentes es haciendo muchas tareas; tener varios trabajos diferentes en cualquier momento dado les permite cambiar de uno a otro, emplear diversas técnicas y ver las formas como se relacionan entre sí sus distintas habilidades e intereses.

Tienen el don de generar ideas rápida y espontáneamente. Son personas con visión global, les gusta emprender proyectos y que son buenas para aportar nuevos enfoques a los problemas. Los Siete sanos tienen la disciplina necesaria para desarrollar sus ideas y hacerlas realidad. El mayor don es la capacidad de mantener la actitud positiva y el sentido de la abundancia. Son capaces de generar un entusiasmo contagioso en cualquier situación. Viven plenamente y alientan a los demás a hacer receptivos a las nuevas experiencias los predispone a ser entendidos y eruditos. 


EL CAMINO DE LA INTEGRACIÓN: EL SIETE VA AL CINCO 

Se realizan y se conservan sanos aprendiendo a refrenar y clamar su rápida actividad mental, los Siete en proceso de integración son capaces de permanecer con sus observaciones y experiencias el tiempo suficiente para descubrir todo tipo de cosas asombrosas sobre sí mismos y sobre el mundo que los rodea. Esto les proporciona la orientación que buscan y mejora su productividad y creatividad. Lo que producen tiene mucho más resonancia y sentido para los demás.

Cultivar una mente más silenciosa y centrada los lleva a un contacto más íntimo con su orientación esencial; así son capaces de distinguir qué experiencias tendrán una utilidad real, saben qué hacer, están más libres para saborear cada momento.

Cuando aprenden a acallar sus mentes y a tolerar la ansiedad, poco a poco y con naturalidad comienzan a abrirse a la claridad, la innovación, la percepción profunda y las características cognitivas de los Cinco sanos. 


TRANSFORMAR LA PERSONALIDAD EN ESENCIA 

“La gratitud abre la plenitud y la abundancia de la vida” 

MELODY BEATTIE 

Lo principal que tienen que saber los Siete de sí mismos es que mientras persigan directamente la felicidad y la satisfacción no las conseguirán. La satisfacción no es la consecuencia de “obtener” algo: es un estado de ser que surge cuando nos dejamos tocar por la riqueza del momento. Cuando comprendan esto se abrirá un espacio interior y surgirá en ellos el simple placer de existir. Comprenden entonces que el ser es placentero. 

Los Siete muy funcionales, su mayor don es, su capacidad para ver lo espiritual en el mundo material, para percibir lo divino de lo vulgar. 



EL SURGIR DE LA ESENCIA 

“La plenitud de la dicha es ver a Dios en todo” 

JULIÁN DE NORWICH

Los Siete personifican la cualidad de la alegría, ésta es una experiencia natural. Comprenden que la vida es un don. Una de las principales lecciones que nos ofrecen es que no hay nada malo en la vida, nada malo en el mundo material. Este es el desafío del siete, recordar la verdadera fuente de la alegría y vivir según esa verdad.

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